Millones de microorganismo que habitan nuestro cuerpo
Además pueden llegar a ser muy importantes para nuestra salud.
Especialmente, en nuestro tubo digestivo, alberga un ecosistema bacteriano complejo, cercano a los 100 trillones de microorganismos que forman la microbiota intestinal, y al contrario de la creencia popular de que todas las bacterias son malas, las que habitan en nuestro intestino son necesarias para que muchas funciones metabólicas, nutricionales y de defensa, se realicen correctamente.
Si te cuesta imaginártelo, puedes pensar en un bosque lleno de plantas, árboles, insectos, flores y animales formando una comunidad de seres vivos rica y diversa, donde sus procesos vitales se relacionan entre sí. Muy parecido es nuestro ecosistema intestinal.
Probióticos
La Organización Mundial de la Salud los define como “microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio a la salud del consumidor”.
Los probióticos más conocidos son:
- Lactobacilos
- Bifidobacterias
No sólo hablamos de bacterias naturalmente presentes en el intestino, sino que la mayoría son aportadas por los alimentos, en especial por productos lácteos fermentados.
Beneficios de los probióticos
Como hemos dicho antes, los probióticos son microorganismos vivos, y cuando los consumimos promueven el desarrollo de las bacterias beneficiosas intestinales, y evitan que otras bacterias dañinas se implanten en la mucosa, actuando como una barrera que evita la colonización del intestino por gérmenes patógenos.
Sus principales efectos se relacionan con una mejora de la salud intestinal y de la función inmunitaria, y también se utilizan para combatir diarreas, durante el tratamiento de enfermedades inflamatorias intestinales o para promover el crecimiento bacteriano después de un tratamiento con antibióticos.
Principales alimentos probióticos
Actualmente son el yogur, junto con el resto de leches fermentadas (kéfir), las principales fuentes de probióticos de nuestra dieta.
Pero también destacamos otros tipos de alimentos, quizá menos conocidos, que son;
- Chucrut o col fermentada: durante su fermentación se estimula el desarrollo de los microorganismos que habitan de forma natural en la propia col, y que controlamos añadiendo sal. Sin embargo, la mayoría de los botes de chucrut que encontramos en el supermercado han sido pasteurizados, lo que supone perder la mayor parte de sus propiedades. Sólo en algunas tiendas especializadas podrás encontrarlo fresco, por ello ¡te animamos a que te lances a preparar tu propio chucrut en casa!
- Derivados de la soja (miso): el miso es un producto fermentado en forma de pasta que se obtiene de las semillas de soja, y la forma más habitual de consumirlo es mediante sopas y caldos. Si nos permites un consejo, para conservar mejor todas sus propiedades probióticas, añade el miso a tu sopa cuando no esté demasiado caliente, de otra manera las bacterias no soportarán la temperatura del caldo y te quedarás sin ellas.
- Té kombucha: es una bebida fermentada por bacterias y levaduras que forman la colonia SCOBY (Symbiotic Cultur os Bacteria and Yeast), a partir de té endulzado. En este proceso de fermentación, aparte de bacterias probióticas, obtenemos vitaminas C y B, aminoácidos, enzimas y ácidos orgánicos beneficiosos. Se puede encontrar en la sección bio o eco de algunos supermercados, o fermentar en casa. En el último caso, no aconsejamos su consumo en embarazadas, ya que se puede generar un pequeño porcentaje de alcohol o puede haber contaminación por otras bacterias si no se realiza de forma cuidadosa e higiénica.
- Habas de cacao puro: son uno de los alimentos más ricos en polifenoles, ¡pero cuidado!, esto no significa que el chocolate convencional vaya a resolver tus problemas intestinales, ya que la gran mayoría de productos de chocolate apenas tienen cacao, y están cargados de azúcares y grasas de mala calidad. Si quieres beneficiarte de las propiedades del cacao, te aconsejamos empezar con una tableta del 85% e ir subiendo progresivamente hasta quedar lo más cerca posible del 100%.
Esperamos que os haya gustado aprender un poquito más sobre el interesante mundo que habita en nuestro intestino, y si te has quedado con ganas de más, ¡no te pierdas la próxima entrada al blog! Donde hablaremos sobre los prebióticos y enseñaremos algunas técnicas para aprovechar sus beneficios al máximo.
Cañellas X, Sanchis J, Aguado X, Redondo L. Alimentación prebiótica. Para una microbiota intestinal sana. Plataforma Editorial.
Guías Mundiales de la Organización Mundial de Gastroenterología. Probióticos y Prebióticos. Febrero 2017. Disponible en: http://www.worldgastroenterology.org/UserFiles/file/guidelines/probiotics-and-prebiotics-spanish-2017.pdf
[Internet] Mouw M. los efectos de los probióticos y prebióticos en nuestra microbiota intestinal. Gut Microbiota for Health. 2019. Disponible en: https://www.gutmicrobiotaforhealth.com/es/los-efectos-de-los-probioticos-y-de-los-prebioticos-en-nuestra-microbiota-intestinal/